- La importancia médica y sanitaria de la FMRR radica en su capacidad para
producir resultados fatales en quienes enferman y no son oportunamente
tratados con el antibiótico específico, así como en el impacto negativo que
produce en individuos y comunidades vulnerables, sea por condiciones
biológicas o sociales. - Aunque no existe certeza acerca de la real magnitud e impacto de la FMRR,
fundamentalmente por la poca especificidad clínica de la enfermedad y las
carencias en la estructura diagnóstica en las regiones donde se presenta, es
notorio su crecimiento y desplazamiento geográfico. - Hay evidencia reciente de su presencia en diversos países latinoamericanos
como Brasil, Colombia, Panamá, Costa Rica, El Salvador y México. En la
mayoría de ellos, el contacto de las personas con garrapatas ocurre mediante la
convivencia con animales domésticos infestados como el perro, y
peridomésticos como coyotes, capibaras y zarigüeyas (tlacuaches), entre otros. - En México, cerca de 6 mil casos han sido confirmados entre los años 2004 y
2022, pero es muy posible que la cifra esté subestimada debido al
desconocimiento de los síntomas, deficiente capacidad de laboratorios para
confirmar la infección, confusión con otras enfermedades febriles
exantemáticas como dengue y otras arbovirosis, leptospirosis, COVID-19 e
influenza, entre otras. - Lo grave de no identificar oportunamente su presencia es que R. rickettsii es un
agente patógeno muy virulento, capaz de producir complicaciones médicas fatales a una proporción elevada de los enfermos. Aunque en Estados Unidos la
letalidad por FMRR es menor a 1 %, en México esta cifra es muy superior y
oscila entre 20 % y 30 % en población pediátrica y entre 8 % y 17 % en la
población total, esto a pesar de que existe un antibiótico (doxiciclina) de elevada
eficacia y bajo costo. - La presencia de la FMRR está ligada a una compleja cadena causal en la que
participan múltiples factores físicos, biológicos y sociales, cuyos efectos alteran
la salud del ambiente, los animales y las personas. La diversidad de los
determinantes asociados a la ocurrencia de casos y brotes de la enfermedad
desafía la capacidad del sistema de salud para afrontarlos adecuadamente, y
demanda de la participación armónica y vigorosa de diferentes disciplinas
relacionadas con la salud pública.